el mes

No era más que una chocolata marrón, espesa y escasa. No se estaba desangrando y no tenìa ni ganas de devolver ni retorcijones de barriga. La habia pedaleado poniendose un rollito de papel higienico (gris, barato, no como esos de ahora que tienen perritos y son blandos como algodones y tersos como el culito de un bebe) para no chorrearse la pierna, cosa altamente improbable para ese chuño en la bombacha con elastico. Eso si, se habia puesto una que no tuviera el elastico flojo, ¡imaginate si encima tenia que andar subiendose los calzones!.
Que ni se les ocurriera a un ramo de flores, un debut triunfal con hermanos varones y padres aplaudiendola. Mejor muerta que ese sainete. Simplemente habia que dar el paso y decirle a la madre el abracadabra al nuevo, inevitable status que las tetitas habian ido cantando, el estiròn, el "ser señorita"  Habia que agarrar y decir me vino
Bueno, era simple pero no estaba dispuesta
Mientras no lo dijera  nada cambiaria. Los varones podian seguir siendo amigos, no tendria que llevar cuentas en el almanaque, ni podria quedar embarazada como esa chica villera de su edad que habia tenido un hijo, esa que pedia con el carro.
No lo postergaba por cobarde: lo que se le complicaba era encontrar el tono de voz adecuado ¿verguenza? ¿alegrìa? ¿complicidad? ¿recato? ¿miedo? ¿sorpresa? ¿inocencia?   Postergaba la escena y cuanto mas la postergaba mas dificil se hacia. Los cambios no son faciles, ya lo habia dicho la de Johnson y Johnson. Le habia quitado espontaneidad.
Odiaba la posibilidad de la charla. Su madre habia visto en la tele que ese momento era propicio para la charla, y se veia venir con terror esa charla donde la imbecil de su madre trataria de decirle como era la realidad. Todos lugares comunes: ahora tenes que cuidarte de los hombres. ¿ahora, y antes? ¿y como? Bla bla bla, no lavarse la cabeza porque una se habia vuelto loca. Bueno, la que se habia vuelto loca habia sido por hacer mayonesa o prender el horno. Dificil entender porque el horno tenia que ver con la chocolata, pero la sangre se sube a la cabeza. Y te viene una embolia, o algo asi. Una operaciòn de apendice, que te saquen las amigdalas, que te tengan que internar y al final estas esperando un hijo o te agarro un cancer y te vas a morir o algo asi. Igual con correr o andar en bicicleta. Dicen que ser mujer duele: dicen que duele cojer, que duele parir, que duele andar con andres el que viene una vez por mes.Olvidate de nadar, pero jamas iba a San Clemente, asi que eso no era problema.
Por ahora nada de dolor. Nada, ella era siempre un fracaso: ni siquiera llorò cuando termino el septimo grado, unos dias atras. Queria impostar las lagrimas y no salia nada. Y ahi, la Amitrano llorando, y los varones palmeandole la espalda, y las amigas haciendole el corito de lloronas, siempre esa Amitrano dando la nota. Esa seguro habia tenido ramo de flores.
Cierta certeza de que mujeres eran las otras, de que nunca alcanzaria la informacion, incluida la clase donde habian venido las doctoras de Johonson y Johnson, la informaciòn pavota de su madre, culposa y aburrida y sobre todo inservible, la idea sobrevolando de que ser mujer tenia que dar verguenza u orgullo y ella no sentia ninguna de las dos cosas. Y que hijos tuvieran las otras, ella no se iba a morir sacando una cabeza grande como una pelota numero cinco del agujero de hacer pis.
Igual podia ser todo mentira, hasta ahora no se estaba desangrando, no le dolia una mierda y despues de piyar renovo el rollito de papel higienico (gris gris gris) y agarro la bici y saliò. Ser mujer podìa esperar otro mes.

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