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Mostrando entradas de abril, 2014

escribimos como escribimos.

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Perché la luna si blocca nel cielo in attesa della nostra canzone a Nanda ¡a escribir de la luna compañera! vos que salíste a verla la noche que se vino vestida de rojo, colorada, mientras la calle vacia no atendìa  el prodigio, y los mansos y los idiotas preferimos el sueño Serán justicia tus versos a la piedra del cielo Como ella vas tornasolando belleza puchando el paisaje en tu sopa plateada y yo me asombro indignada de que puedan ambas reinas vos y la luna cambiar las cosas la palanga de aluminio trasvestida fuente de metal precioso. Así que a coser y cantar  hermana que todavía es tiempo de chiflarle a la luna  de escribir como si importara de soñar un mundo manso donde la luna  puta piedra está esperando  nos (este es el dibujito que Nanda quiso mandar por comentario, Ella me conoce, claro)

La moral de las sirenas y un cuento de Mariana Enriquez sobre el petiso orejudo.

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No lo hago tanto como debería. Escribir digo. No lo hago tanto. "después de todo tu eres la única muralla, si no te saltas nunca daràs un solo paso" canta Spinetta a mi oìdo. Supongo que tengo que dejarme de melindres y escribir  lo oscuro que sea necesario, como esas escritoras mas jóvenes que yo, mas audaces,  a las que envidio por editadas, por lanzadas a la escritura, por  no quedarse en la medianía del buen gusto. Siempre me las imagino, a ellas, a las Otras, separadas, singles, lesbianas, o libertas de todo vinculo. Siempre me imagino que no puedo hacer quedar mal a mis hijos escribiendo pija o cosas horrendas. . Sin embargo, la moral de las sirenas apesta. Se que hay cosas horrorosas que -como en un cuento de Poe- asechan en  las almas. Corazones delatores, en el horror. No quiero escribir lindo. Quiero escribir fuerte.  Como Mariana Enriquez en este sobre el Petiso Orejudo que saquè de l blog de Eterna Cadencia . Supe bien temprano quien era Santos Godino, por

adolescente que mira a una chica piyando.

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¿con que material se hace la poesìa? Hablabamos -entre tantas cosas- con Nanda de escribirle a la luna. Su ¿maestra? ¿facilitadora? de escritura poètica le decía que abandonara el tòpico, por trillado. Ojala yo pudiera elegir no escribirle a la luna, y cantarle, como Baldomero Fernandez Moreno, a un chico que descubre -maravillado- la belleza de una chica piyando. Baldomero Fernández Moreno Revelación Yendo para una escuela con las niñas del pueblo por coger unas moras nos subimos a un cerco. Entre la carretera y el espinoso seto la cuneta se ahondaba toda blanda de berros. Yo no sabía nada, de saber era tiempo. Una de ellas, de pronto, Esperanza, me acuerdo, púsose de cuclillas a hacer aguas al viento. Casi instantáneamente yo me quité el sombrero y lo eché cuesta abajo camino de los berros. Me lancé presuroso tras él a recogerlo, y al instante de alzarlo miré hacia arriba, trémulo. Vi una rosa bermeja, tanto, que daba miedo, dos pétalos de carne abiertos, gordezuelos, y un g

Nosotras, las hembras

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Prodigios por todos lados. Una lectora ocasional guglea el nombre de un pequeño pueblo perdido en las Sierras Chicas . Aparece un cuento que escribí, nostalgiando un lugar de  infancia, tal vez  la infancia misma. Tratando de encontrarme con la que era,  un torrido verano  , orillando la pubertad, la que  leia Susy Secretos del Corazòn (un comic de amor, que vino antes que las Corin Tellado y que hace composè con mi interés en los correos sentimentales de las revistas de mi madre) en esa casa de las sierras . La lectora ocasional me escribe y los prodigios se suceden: tiene mi misma profesión, es coetánea, y lo mas sincrónico es que ha comprado la casa de mis tíos abuelos.Ademas, como yo, escribe poemas. Los de ella son sutiles y orientales, los míos, a veces me falta fe para pensar que son buenos. La lectora ocasional se transforma en una amiga de mail (eso existe?) y en esta semana santa fui a su casa  y ahora es una amiga a secas: La casa se llama Macondo. Y puedo decir -con jus

nosotras, bah, yo: minita

gran cover. Gran cover.

que no daria, corazón, por ser una poeta como ésta

Me encontré esta mañana (compleja como todas) escribiendo sobre peronistas y paros.Pero necesito otras cosas,no me alcanza el diario del día , para volar un poco, esperar cartas de lejos -es que lejos es demasiado lejos-, o pensar en la comida (bella, olorosa) que le he promedio hacer a mi compañero y ya va siendo hora que ponga manos a la obra. No me alcanza,(*), entonces busco a Diana Bellesi (un nombre, un destino) ¿Y porque esta poeta y no otra? Porque otra poeta, inédita, mi amiga Fernanda, ha compartido la mesa generosa con Diana, y quiza la ayude a redondear su libro, para que como el pan, salga fragante y bien cocinado y ve la luz. Pasaré unos dias en la sierra con ella y ya estoy anticipando días de mermelada de higo y poemas y chimentos de mujeres en el otoño, mirando dar vuelta el mundo, lentamente.. Ademas de escribir de puta madre, Diana Bellesi cuenta bien sus poemas. Escuchala, no va a ser tiempo perdido. Diana Bellesi, recitando cosas de lo masculino enigmatico  (t

para verme tengo que mirarte, porque sos mi espejo, amor.

BOLERO Julio Córtazar. Qué vanidad imaginar que puedo darte todo, el amor y la dicha, itinerarios, música, juguetes. Es cierto que es así: todo lo mío te lo doy, es cierto, pero todo lo mío no te basta como a mí no me basta que me des todo lo tuyo. Por eso no seremos nunca la pareja perfecta, la tarjeta postal, si no somos capaces de aceptar que sólo en la aritmética el dos nace del uno más el uno. Por ahí un papelito que solamente dice: Siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte.

La inquietante letra de Persiana Americana.

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De tanto escucharla, ni reparàs en lo que dice. Voyeurs es decir mirones. Recuerdo quiza Doble de Cuerpo, de Brian de Palma y su persiana americana. O Ulises Dumont, en Los Enemigos, atisbando por la ventana el erotismo de una pareja joven. Sin embargo la mirada es una parte esencial del erotismo.El mirar de lejos, el no poder tocar. Inquietante ¿no? A través de mi persiana americana.

abril en Portugal

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Como a los fanáticos de las lechuzas les regalan lechuzas, a mi me regalan sirenas. Yo no sabia nada de sirenas hasta que me puse el blog. (sin embargo en mi primer post, de mi primer blog, las nombro como al pasar) Son para mi un nombre de las mujeres imposibles, las mujeres que no soy: No soy una que duerma tranquila. Sin embargo, agradezco el gesto.

la sirena y las canciones de los setenta.