La adicción a los pasteles no garpa.

la medicina me ha dejado abandonada, los medicos homeopaticos aprovechan mis distracciones para tocarme las tetas, el psicoanalisis no está para eso, el Iching me depara merma, y me pide que deje la necedad de la juventud(como si eso fuera posible),  las mancias de todo tipo no me resultan (seguro que es falta de fe), los amigos dicen que me daran amistad en cuotas, a  plazos, sin amor retroactivo, solo contra reembolso, (el contrato esta lleno de letras chicas y no tengo los anteojos de leer de cerca, pero doy fe que me cagaron) y la adiccion a los pasteles no garpa.

Necesito un talisman y no se como construirlo. Suerte que existen las poetas que traen sus recetas y entonces junto las cosas y me pongo a hacer un talisman, que me proteja de la adiccion a los pasteles y de los domadores de geminianas

Olga Orozco, gran poeta y hacedora de horoscopos, mujer de La Pampa, lugar lleno de horizonte.

PARA HACER UN TALISMÁN
Se necesita sólo tu corazón
hecho a la viva imagen de tu demonio o de tu dios.
Un corazón apenas, como un crisol de brasas para la idolatría.
Nada más que un indefenso corazón enamorado.
Déjalo a la intemperie,
donde la hierba aúlle sus endechas de nodriza loca
y no pueda dormir,
donde el viento y la lluvia dejen caer su látigo en un golpe de azul escalofrío
sin convertirlo en mármol y sin partirlo en dos,
donde la oscuridad abra sus madrigueras a todas las jaurías
y no logre olvidar.
Arrójalo después desde lo alto de su amor al hervidero de la bruma.
Ponlo luego a secar en el sordo regazo de la piedra,
y escarba, escarba en él con una aguja fría hasta arrancar el último grano de esperanza.
Deja que lo sofoquen las fiebres y la ortiga,
que lo sacuda el trote ritual de la alimaña,
que lo envuelva la injuria hecha con los jirones de sus antiguas glorias.
Y cuando un día un año lo aprisione con la garra de un siglo,
antes que sea tarde,
antes que se convierta en momia deslumbrante,
abre de par en par y una por una todas sus heridas:
que las exhiba al sol de la piedad, lo mismo que el mendigo,
que plaña su delirio en el desierto,
hasta que sólo el eco de un nombre crezca en él con la furia del hambre:
un incesante golpe de cuchara contra el plato vacío.

Comentarios

Pablo ha dicho que…
jajajaja! Que buena la del homeópata, Sirena! Los domadores de geminianas somos pocos, sabes que estamos asociados? jajajaja!

Un gusto pasar por acá, con un poco más de tiempo voy a seguir leyendote!
el ojo con dientes ha dicho que…
no te enganchés can-can...
Mario ¿que es eso de can can? Como trata asi a mis seguidores. El chico es bebedor de fernet y domador de geminianas. Bienvenido Pablo.
En cuanto a ud.Mario,ya sabe mi casa es su casa de ud.
Jazz ha dicho que…
Todo bien, pero contra el I Ching no se tire.
Esas son cosas serias, no me lo mezcle con el homeópata toqueteador.
vodka ha dicho que…
yo me tiro el I ching, pero es un oraculo muy joputa con esta servidora.
Lo chino no me quiere. salir de la necedad de la juventud, para entrar en la merma???? Le parece justo????
Y la homeopatia es muy seria. Ahora que me acuerdo hoy tengo que tomar mi papelito de polvos.
Jazz ha dicho que…
El I ching siempre es turro con uno, por eso le creo y lo tomo en serio. El muy guacho sabe donde pegar.
Anónimo ha dicho que…
Ojo: yo me cuidaria más de los domadores de geminianas que de la adiccion a los pasteles. No es joda, no es. Beso!

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