¿el publico se renueva?
Hay un concurso de relatos en la UNLP. Manden, escritores. Acá les dejo el link http://perio.unlp.edu.ar/litin/
Yo mandé mi primer relato. De verdad, es el primero y creo que es el mejor.O quizá pienso así porque es el que hice el día que decidí que yo podia escribir ficción y eso me hace quererlo.
Es este, ya está publicado, pero quizá algun lector del sirenas no lo leyó y siempre le quiero dar otra oportunidad a La Joya del Atlántico, my best
Yo mandé mi primer relato. De verdad, es el primero y creo que es el mejor.O quizá pienso así porque es el que hice el día que decidí que yo podia escribir ficción y eso me hace quererlo.
Es este, ya está publicado, pero quizá algun lector del sirenas no lo leyó y siempre le quiero dar otra oportunidad a La Joya del Atlántico, my best
La joya del atlántico
See That My
Grave Is Kept Clean- Blind Lemon
A Silvia Giglia, nobleza obliga.
Usted me dice su nombre, y yo me la veo
esa madrugada pisando la arena húmeda y parándose con dificultad. Junto a
su huella, un vaso extralarge de plástico con restos de jugo y alcohol, culo
para arriba, y era la luna cuando está dejando paso a la mañana,
después de toda una noche siendo farol, alta en el cielo.
Ella calzándose el buzo, que antes fue
almohada. Sacudiéndolo, frió y aun mojado, pero necesario a esa hora, tan
hostil como puede llegar a serlo la madrugada en una playa, agonizando marzo,
para cubrir la desnudez de un top barato con brillos.
Podría decirle que yo pasaba por ahí, y
a lo lejos la miraba. ¡Ja! Pero somos
grandes, no me voy a hacer el paseante casual. En esos tiempos era lo único que
podía hacer: no paraba de mirarla. Se que durmió un par de horas, se había
sacado las sandalias , se le notaban las ganas urgentes de piyar, yo me
imaginaba el gusto a muerto en la boca, el pelo desgreñado y el gesto de aquellos que saben que a
nadie le importaba su suerte. Lo conozco del espejo, de cuando me afeito. En
eso estaba equivocada.
Si esto no fuera la provincia de Buenos
Aires, sino una serie yanqui de forenses, el vaso podría haber dado alguna pista de lo que paso la noche esa, pero
aca esas cosas no cuenta y a simple vista, por la pinta de drogada que tenía, no creo que recordara mucho. Es posible que
aun no recuerde nada, y solo yo vuelvo y vuelvo al asunto. Porque soy el loco. Y ahora Ud. que viene a preguntarme. O
vos, ¿te puedo tratar de vos,no? Vos también tratame de vos, no soy tan viejo,
lo que pasa es que estoy un poco hecho percha.
Lo que te estaba diciendo, vos venís, Es la sincronía. Eso gobierna a este mundo y
al de arriba.
Te voy a contar algo, total no sos de
acá, ni va a ser, y me caes bien, y hasta por la edad que tenés, podrías ser
hijo mío. No, no tengo hijos.
Yo la amaba. Nunca tuve ni un vintén
para entrar al Caribean, (igual no hubiera querido, pagarle hubiera sido como
escupirla y no se si con plata me hubieran dado la admisión) pero cuando
cortaba el pasto, la veía y me sentía mejor persona. La amaba desde el primer
día, con su ropita de los coreanos y esos ojos que eran mas tristes que
ninguno.
Vi mas. La vi subir el médano, dejar
atrás a las olas llorando, gimiendo como lastimadas, dejar atrás el silbido
del puto viento y refugiarse donde no todo fuera abertura . A veces la
extensión de la playa es cruel. Ella no se podía quedar allí, el Nacho estaba
muy muerto.
El concesionario del parador había
cerrado todo como dos semanas atrás, solo los esqueletos de la docena de carpas
(una estúpida glorieta plantada en el desierto), el barcito tapiado para que no
se metieran vagos, los baños, el cartel del baño de damas colgando del soporte:mira,
ella, cuando vio la palabra baño se agacho e hizo pis sobre el cemento alisado
del umbral. No la mire, le di tiempo que hiciera sus cosas, me di vuelta: seré loco, pero no un
degenerado. Y yo la respetaba.
Este pueblo, esta playa, es solo un caserío con dos centros. El
de la playa propiamente dicha (parador, maxiquiosko, locutorio, un bar
que este año no se alquiló, una proveeduría que queda abierta hasta la Pascua , los que venden
lombrices y cosas de la pesca, poco mas) y el centro de los residentes
permanentes, con sus viviendas sin terminación, mucha losa sin revocar, alrededor
de la parada del Micromar que nunca trajo muchos turistas, mas que nada
parientes que vienen a garronear el verano. Pero somos cantera de trabajadores
para el resto de la costa, y cada jornada a la madrugada y a la noche acarreamos
domésticas, albañiles, jardineros, gente que trabaja en otras playas
cercanas a la 11, gente decente que cuida casas en Pinamar, en Cariló. Y nos
las rebuscamos. Yo también, hago lo que puedo. Pero cobro pensión, ojo. Me la
tramitaron en el hospital y los remedios los tengo gratis. Si, pibe,
Haloperidol retard ¿no ves que ando medio duro y hago gestos idiotas con la
boca?
Aca, donde estamos el mar queda a 20
cuadras. Para este lado del pueblo, el mar es un adorno innecesario, la
pesca gratis, y a veces, un mal presagio. Si vos crees que yo soy como
ellos, estas muy equivocado: yo ando siempre por la playa. Pero no vos no
viniste a hablar de mi.
Centro y parador: Marymar. Un nombre
mersón pero si lo pensas bien: certero. Mar y mar, nadie promete otra
cosa. ¿A quien carajo se le habría ocurrido? Quizá a los que armaron el primer
parador, el viejo, todo de madera, esos tipos que compraron el loteo por nada,
plantaron uña de gato para que el médano no se moviera y que, una mañana
gris como ésta que estamos hablando encontraron como bonus track, una
docena de cuerpos mutilados y agujereados algunos, que la marea le había traído de regalo a
la playa. Se cagaron y creo que
vendieron el paquete entero a otros, ya con el nombre. Así me contaron los
antiguos, don Alarcón todavía vive, podés preguntarle.
No salió en los diarios de ese tiempo y
la gente de acá se hace la boluda pero
los subversivos, como ellos los llaman, dieron para historias de cucos para los
nenes de Marymar de 30 años a esta parte. Ellos los nombran subversivos pero
entre nosotros, yo les digo compañeros, aunque no conociera a ninguno y ni
siquiera viviera en Marymar en esa época. Es una cosa de locos la memoria del
pueblo, mientras le cortaba el pasto a una vieja de acá a la vuelta, escuche a
los nietos hablar de que iban a jugar a buscar muertos en la playa. ¡Vos
fijate!.
Y ya que toque el tema de los
muertos, algo importante: nadie había muerto aún. Eso era entonces y también
ahora, siempre si no contamos el caso de los hermanos que se ahogaron, a
esos los llevaron pronto a San Clemente y al día siguiente estaban siendo
velados en Aldo Bonzi
Y hasta dónde yo se tampoco nadie ha
nacido acá. Y sin finados ni nacidos Marymar era y sigue siendo un
pueblo de transición. No merece que nadie lo llamara mi tierra.
Al costado de la ruta podes ver que el loteo no fue del todo
exitoso, al final pienso que no se llenaron de plata los que invirtieron
en la zona. Si, si, me enfoco, volvamos a eso que me preguntabas: ella
agarró la ruta hacia la parada de micros, se agachó a buscar una colita de pelo
con la que se ató la melena (se veía como si la pudiera oler: roña,
musgo, algas). Y se enderezó, si no con dignidad, con un subproducto de
la dignidad que es la compostura.
Ese día flameaba sobre la calle,
deshilachado, un pasacalle pagado por el concejal peronista de entonces decía
"Marymar, la joya del Atlántico". Estos peronistas siempre iguales: si
Marymar era la joya, no nos imaginemos a que llamarían fantasía.
.
Recuerdo el ruido del pasacalle
golpeando, golpeando, y cada vez que pienso en ella (y eso pasa
demasiadas veces) es como que se me viene lo de la Joya del Atlántico y a
veces hasta me tengo que tapar las orejas por que me aturde el ruido del
pasacalle.
Te puedo asegurar que antes de la época
de Marymar la mina nunca había estado en un kilombo. Me lo dijo la Toña. Pero el día que
se bajó por primera vez del Micromar (hay una segunda vez, pero eso viene mas
adelante) se dirigió derecho viejo a esa casa cúbica que esta al costado
de la ruta, antes de los médanos. Esta vez, mientras llegaba sonrió.
Vos diras si yo me creo Dios, que esta en todos lados. Pero te juro por mi
santa madre que vi esa sonrisa como si estuviera mirándola con un vidrio de
aumento. La sonrisa y los ojos tristes.
El cartel de neón Caribean titilaba esa
madrugada (no la madrugada que vino, la madrugada que se fue, ahora vuelvo a
eso, que es lo parece que te interesa) con un espantoso ruido de insecto
metálico y maligno. Un ruido de mantís religiosa, que masca al macho cuando se
aparea.
Yo la vi, se apuró y entró por la puerta de atrás.
Seguro que la Toña
ni se dio cuenta, me lo hubiera dicho, a mi me tiene confianza y cada vez que
se le va una puta, se le arma canyengue, y después yo la tengo que escuchar
quejándose como si la hubieran traicionado. Las pibas del kilombo no
podían imaginarse a la Toña
de cuando todavía se llamaba Antonia, tenía el ojo bueno y José Luís Perales se
la quiso levantar en un baile de carnaval en el Centro Lucence. Cada vez
que entraba una nueva la tuerta Toña le cuenta la historia y
totalmente fuera de lugar se pone a cantar las canciones de Perales,
porque como las pibas son chicas o vienen de otros lados ni saben de
quien habla. No es mala la Toña ,
es la vida.
Ella tomaba Nescafé, nunca
mate, jamás mate cocido: típico gesto de los que alguna vez
pertenecieron a la clase media. Y hay gustos de clase que nunca
desaparecen, lo se por experiencia propia, ¿Sabes que cuando yo fui a la
secundaria leí un cuento (ya no me acuerdo de quien) que se trataba de un
músico de jazz y en ese cuento dice que mientras hay un Nescafé las cosas
no pueden estar tan mal? Tendría que comprar un Nescafé a ver si mi
suerte se da vuelta.
Yo la espiaba –no me digas nada ,se que
hacer eso es una porquería, pero no la podía dejar de mirar, tal vez por la enfermedad. tal vez era (es)amor. Y por
eso ate cabos. Pero si vos te tomas el
trabajo de seguirme te vas a dar cuenta que por mas loco que yo sea, el
razonamiento es impecable.
Dejó hervir la leche, que se derramó por
la cocina, con innecesaria energía batió el Nescafé sin decir
agua va, se lo tomo despacito, despacito, con los ojos atrapados en el fondo de
la taza y la cabeza en otro lado. Terminó. Le dijo adiós al lugar y se
piantó por diez meses de Marymar.
Por eso te digo que para mi es improbable
que se haya enterado bien del tema del pibe, tenía muchas
cosas en la cabeza. Ahora todo el mundo habla de la trata, pero en ese
momento, te escapabas y por las tuyas. Nada de madre de Marita Veron para ir a
llorarle la carta. Además por esos días
en la tele de lo único que hablaban era de Cromañon, que si Ibarra tuvo
la culpa,, que si había una guardería en el baño: un pibe muerto en una playa
en la concha de la lora no era noticia. Es lo que le digo y además ya
terminaba marzo.
Claro, eso en la capital, porque
acá se vinieron al día siguiente los padres, desesperados, preguntándole
a todo el mundo. Ese dia yo me habia enfermado mal y me llevaban en ambulancia
al hospital y ni los vi. Ellos
conmigo no hablaron.
Si, estuve internado. Me sentía
tan mal que parecía que Marymar iba a tener su primer muerto, bueno, si
sacamos al pibe y a los ahogados, y a los compañeros. Vomitaba una cosa negra,
ardía en fiebre, y no me acuerdo mas y mientras los viejos llegaban, a mi me
llevaban en la camioneta de los Anglada a San Clemente y de ahí al loquero de Necochea,
donde tengo historia clínica. Tres meses me comi adentro, no sabes como la
llore. Me vino bien estar ahí.
Cuando volví me contaron que el
pibe recién había terminado la secundaria, tenia que ingresar en abril al CBC,
creo que dijeron Diseño de Indumentaria, que vaya a saber lo que quiere decir
¿sastre?, y se había quedado haciendo huevo en Santa Teresita, en una casa
vacía de la abuela. Como termino en el Caribean solo como un perro y del
Caribean a la playa con una mina que tiene prohibido salir con clientes y que
le llevaba, por abajo de las patas, diez años...uno nunca lo va a saber.
Los padres hablaron con la policía y la policía, sabes como son esas cosas, nos
estamos ocupando, cualquier noticia lo tenemos al tanto, es una prioridad del
departamento. Y la Tuerta
llamando todo el día al rufián, que ni se aparece por Marymar, solo manda algún
mono cada tanto a buscar la plata, por que eso si, nada de banco, nada de
cajeros electrónicos. La rosca oficial/toña/kia funcionaron mas aceitados que
culo de trava, , y el caso se murió de muerte natural. El caso, el pibe
no. El rufián ese no quería a nadie, y además es posible que a ella ni la
conociera. Era carne de matadero. Una tripa para él, hijo de puta.
Yo al Nacho, lo vi de muerto, por
segunda vez el mediodía que ella se fue, y no se parecía a un pibe:
parecía un Cristo. Me asustó un poco (y acá no habla el vino, este es el primer
tetra que tomo, y ya se esta haciendo de noche) porque era un Cristo con mi
cara. No como soy ahora, sino el que fui. Pero no me hagas caso. ¿No sabe
que a mi me dicen el Loco, y además ese día ya andaba enfermo? No me lo
puedo imaginar siendo el de las fotos que dejaron los padres pegadas en todos
los postes de luz. Si rebuscas todavía en algún lado quedaran cachos de las
fotocopias, lavadas, donde estaba la foto donde llevaba la misma remera, con el
dibujo de Callejeros, posta que se la había comprado después del
incendio, pelito largo, carita de "me las se todas".En la foto se
parecía a otros pibes, son todos parecidos. Inclusive la en foto hasta podría
decir que era parecido a vos
Pero muerto era otra cosa. . Me acuerdo
de la remera porque era lo único que tenia puesto, y se había largado a llover
y a mi me agarraron muchas ganas de taparlo. Ojo, no hablo de taparle la
cara, sino de abrigarlo, de que no tomara frío, me dio ganas de llorar como si
ese muerto tuviera algo que ver conmigo, como si en ese punto, ese muerto fuera
yo. Y ¿quien sabe, no? Y cuando lo tapé con mi gabán, yo deje de tener frió.
Ese invierno no tuve gabán pero no me importo un carajo.
El forense que vino de la Departamental
no me echó, me dejo ayudar junto con el que encontró el cuerpo, el tipo de la
proveeduría (forma inexacta de decirlo, porque estaba ahí a la vista,
solo que de lejos parecía un bulto, un perro dormido, una nada.) y los de la
comisaría. A mi no preguntaron y eso que siempre ando rondando en esta playa de
mierda. Por ahí – no lo recuerdo- yo ya andaba delirando, no tomaba medicaciòn
en esos tiempos.
Y sere loco, pero no boludo, ni la
mencioné y nadie dijo de ella, y en el Caribean tal vez algunos clientes
preguntaron, pero la gente o se casa con las putas, o se las olvida no hay términos
medios. Para mi que al final no tomo el ómnibus, se habrá ido a dedo. Yo
estuve averiguando por mi cuenta, no me podía sacar al pibe muerto de la
cabeza. A ese Cristo con mi cara.
Y ya te dije que por ella me di cuenta
que el amor no es un cuento chino. Cuidate, pibe. Creeme, ya lo va a ver cuando
tengas mi edad. Dicen que el amor es cosa de pendejos, pero la cuestión
no se acaba allí, no señor.
Los padres, que se ve que tenían plata,
le levantaron el monolito en la playa, ¿lo viste no? Ah, que buenas fotos saca
tu celular! Mira que está bien plantado, no digo que sea el monumento a
Alfonsina, pero el Nacho vino para quedarse en Marymar, que ahora posee
playa con parador más monumento fúnebre.
Míralo bien, cuidadosamente, hasta en
la foto tiene la dignidad que le da el granito, nada de cemento alisado, es piedra
granítica, es algo fino. Y esta tallado, de ahí saquè que tenia 17, que
se llamaba Ignacio y que todo el mundo lo conocía por Nacho. El primer día
había unas flores muy hermosas, peluches, papelitos. Pero lo único que queda
hoy es el granito pelado. ¿Le paso al monumento del Potro, no le va a pasar al
Nacho? Pero cuando nadie me mira, yo lo limpio.
Dice justicia, dice Ignacio, dice
Nacho, dice inolvidable. No dice que fuera la primera vez que cogía, pero
es una de las cosas que se me puso en la cabeza. Viste lo que dicen de los
locos. Que saben cosas.
Me gusta ver ese monumento en pie, en
la playa. Ahora es un lugar de peregrinación de gente que viene caminando
por la playa, no tenemos al de Alfonsina, tenemos al Nacho, diecisiete años
para toda la eternidad y no faltan los que creen que se trataba de un ahogado y
hasta algunos que traen de flores de plástico y adornos que se lleva la
marea cuando crece. A la gente le gustan los muertos jóvenes.
Está haciendo frío hoy. No me vendría
mal un tentempié, es decir un sanguche de milanga y un tetra, pibe.
Ah, gracias, con cuarenta mangos esta bien. Se agradece.
Yo no me la quiero dar de detective y
mucho menos de poeta pero para mí todo está en ese momentito. Ella se pira de Marymar: Se pudo ir, que
suerte, yo soy de Lanús, mis viejos tenían casa propia y supe hasta
casarme por iglesia, y tengo hermanos por allá, pero nunca mas me
podré ir de acá, ahora tengo que mantener el monolito limpio. Pero
ella si. Ella se fue. No creo que haya pensado ni una vez en el pibe, por ahí
en la huida se olvido que estaba muerto, y ni siquiera en Crónica hablaron del tema
dándole y dándole a Chaban,
Para mí que ella se va por que
presiente algo y quiere salvarse Te pongo la firma que de la muerte
del pibe nada. Presiente que tiene que salir disparada, insisto, como
para a salvar a alguien. No a ella precisamente.
No te gastes en preguntarle a la Toña , que ya tiene casi
setenta y me parece que esta medio senil, si la miras con un solo ojo. A la Toña la dejaron de molestar
los canas y en consecuencia ella dejó de molestar por teléfono al Kía. Y
la piba se fue, y vino otra, una dominicana, que estaba contenta me dijeron
porque en Marymar había playa y en Constitución donde caló antes no.
Claro que volvió. ¿No te digo? a los 10
meses. Puro verano, Marymar ese día parecía la joya del Atlántico, Yo la vi,
por que cuando bajan algunos que tienen casa acá, a veces me conchaban para
cortar el pasto, la gente me conoce y no me tiene miedo. No quieren que le
cuide las casas pero siempre me tiran un hueso.
Ya paso de eso unos años. Pero es como
si lo viera. En mi cabeza yo escuchaba al bicho maligno del cartel de neón, al
viento en el pasacalle y mientras pensaba “la Joya del Atlántico” como una
premonición, ella bajo por segunda vez del Micromar
Traía al pibe envuelto en una mantilla
de lana amarilla y no le pude ver la cara, aunque todos los recién nacidos se
parecen mas a Mister Magoo que a los padres, no jodamos
No parecía una putita. En verdad para
mí nunca lo había parecido, para mi ella era la Joya del Atlántico. Yo la seguía de atrás,
haciéndome el gil. Fue caminando hasta
la playa (a mi me gustaría decir que fue a llevar al pibe hasta el monumento) y
se sentó a mirar el mar sentada en la base de granito... Que se yo si lloraba
(no se lo voy a inventar, pero hubiera sido lindo). Y cuando ya estaba la luna
redonda y plateada en el cielo alto, alumbrando como el culo de un vaso de
platico y la joya del Atlántico, es decir Marymar se fue apagando, ella
se quedo, mucho tiempo, dándole la teta al Nacho. Y el que lloraba era
yo.
Un tano ignorante que vive por la ruta,
y se la curtía en el Caribean cada viernes, después de que la mujer se
dormía reventada de entrar ladrillos, me comentaba el otro día, mientras
ella venía de la escuela con el pibe de la mano, que seguro que le puso
Ignacio por el nombre del monolito.
Lo vieras al pendejo, al Ignacio. Ahora
ella trabaja en la telefónica en San Clemente y el pibe es un sol, a veces los
veo en la proveeduría y me saluda con la manito, me hace muecas, me grita
“loco”. La Toña
se hace como que no la conoce y acaso ella es otra. En este pueblo nadie tiene
memoria para lo bueno, ni para lo malo. Así que el pibe le está sacando
la mirada triste y nadie le factura lo del burdel. Dicen que lo van a
cerrar, hay jefe departamental nuevo en Dolores, ¿Qué va a ser de la Toña ?,
Te dije que nadie nació acá, ni nadie
se murió (o por lo menos nadie tiene en el documento nacido en Marymar y no hay
cruces ni camposanto, sacando el monolito.) Al final y al cabo todo es
cuestión del vidrio que le ponga adelante, podríamos decir que la vida
esta hecha de historias que se escuchan entre el ruido del pasacalle o el del
cartel de neón.
Mira lo que es la justicia poética, vos
me cebas con vino y comida para que yo te
cuente y ahora el celular te suena con música de Callejeros, hasta
yo la conozco y eso que me quedé en Sui Generis. ¿viste que quedaron libres? Que
cosa rara la injusticia.
Un tucumano que estuvo conmigo en el
hospital de Necochea por que le subía la diabetes, decía que Dios no existe,
que iba a venir el Mesías Negro y hablaba de la sincronía, y si Dios no
existe, esa es una buena explicación. Voy a tratar de explicártelo, pero
es difícil. El tucumano decía que si uno agarraba la guía de ferrocarriles de
Portugal y se fijaba en un momento dado todos los trenes que andaban yirando y
trazara una línea que unía los puntos de donde estaba cada uno, un día iba a
encontrar un dibujo que pudiera coincidir con una guitarra de Picasso. Bah, yo
te se lo puedo explicar bien, pero el Persio era un master cuando se le daba el
tema de la sincronía.
Y si queres volver a Buenos Aires,
tenes que apurarte. El Micromar pasa en un rato. No fuese que se te
ocurriera perderlo y te quedaras en el pueblo, a esta hora y
con el ruido que hay
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